Como le diría el torero Rafael "El Gallo" a don José Ortega y Gasset, "Hay gente pa to", María Luisa, y me parece bien tu ilusión por un asiento rojo, y sobre todo tu forma de expresarlo. Y si es en el cnetro, en el pasillo, tanto mejor. Lo importante es expresar las cosas como se sienten, y dejarse de zarandajas, del qué dirán. Yo prefiero los asientos al lado de la ventana, para mirar, ver al personal. Debe ser deformación de la formación, porque los periodistas somos un poco cotillas. Y pobre del que no lo sea...
Ya sé qué regalarte en cuanto me toque la lotería: un asiento rojo, para que podamos seguir escuchándote contar historias.
Entiendo a la protagonista, yo he deseado en muchas ocasiones un asiento rojo o de cualquier color en el transporte público, María Luisa cuentas con una expresividad digna de envidia, me encanta. Enhorabuena.
¡Me ha encantado! como ha expresado el sentir de muchas mujeres trabajadores que vuelven a su casa reventadas de trabajar y solo quieren un asiento para poder respirar lo que dure su trayecto. Ha sido tu relato expresado de forma tan natural que he visto a la trabajadora agotada.
Como le diría el torero Rafael "El Gallo" a don José Ortega y Gasset, "Hay gente pa to", María Luisa, y me parece bien tu ilusión por un asiento rojo, y sobre todo tu forma de expresarlo. Y si es en el cnetro, en el pasillo, tanto mejor. Lo importante es expresar las cosas como se sienten, y dejarse de zarandajas, del qué dirán. Yo prefiero los asientos al lado de la ventana, para mirar, ver al personal. Debe ser deformación de la formación, porque los periodistas somos un poco cotillas. Y pobre del que no lo sea...
ResponderEliminarYa sé qué regalarte en cuanto me toque la lotería: un asiento rojo, para que podamos seguir escuchándote contar historias.
Conrad
Gracias, Conrado. Ya sabia que tu estarías pendiente de mis gustos. Tomo nota de ello por si se te olvida recordártelo.
EliminarEntiendo a la protagonista, yo he deseado en muchas ocasiones un asiento rojo o de cualquier color en el transporte público, María Luisa cuentas con una expresividad digna de envidia, me encanta.
ResponderEliminarEnhorabuena.
Muy bien Mª Luisa, cómo consigues trasmitir ese deseo tan especial. ¡Felicidades!.
ResponderEliminar¡Me ha encantado! como ha expresado el sentir de muchas mujeres trabajadores que vuelven a su casa reventadas de trabajar y solo quieren un asiento para poder respirar lo que dure su trayecto. Ha sido tu relato expresado de forma tan natural que he visto a la trabajadora agotada.
ResponderEliminarGracias, chicas, por vuestra adulación. Vosotras también sois tan geniales o más... Un abrazo
ResponderEliminarMª Luisa