Sí que era buena terapeuta, hacía con esmero su trabajo. ¡Felicidades Isabel! transmites estupendamente, la gracia y el ingenio de esta sorprendente historia.
Muy bien Isabel, has estado estupenda. Y tu cuento, la verdad verdadera ¡lo que tienen que oir las peluqueras, esteticistas y demás! Es cierto que somos muchas vamos las que vamos allí a desahogarnos...
Que ramillete de mujeres,menos mal que acudieron a terapia😔
ResponderEliminarFelicidades y gracias por continuar deleitándonos con estas contadas
Interesante historia y muy bien contada.
ResponderEliminarAntonio
Bonito argumento, contado genial y con naturalidad
ResponderEliminarAna
Sí que era buena terapeuta, hacía con esmero su trabajo.
ResponderEliminar¡Felicidades Isabel! transmites estupendamente, la gracia y el ingenio de esta sorprendente historia.
Muy bien Isabel, has estado estupenda. Y tu cuento, la verdad verdadera ¡lo que tienen que oir las peluqueras, esteticistas y demás! Es cierto que somos muchas vamos las que vamos allí a desahogarnos...
ResponderEliminarEnhorabuena Isabel.
ResponderEliminarVemos cada caso, porque lo transmites sintiéndolo.
Me ha gustado.
Muy bueneo, Isabel. Genial. Me ha gustado mucho, Mª Luisa
ResponderEliminarCada vez me gustan mas tus cuentos llenos de sensibilidad y sentimientos se ve que disfrutas con ellos. Muy muy bien Isabel.
ResponderEliminarFelicidades Isabel. Me encanta tu forma de narrar con esa serenidad y elegancia.
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