No se nos ocurre mejor manera de celebrar la Navidad que contando cuentos. Cuentos fantásticos, cuentos cotidianos, cuentos de lugares cercanos o de rincones lejanos.
Pero todos, cuentos llenos de magia. De la magia que rodea a la Navidad.
Te deseamos unas fiestas llenas de momentos mágicos y un Año Nuevo repleto de luz, esperanza y... risas.
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Magnífica actuación. Feliz Navidad a todo el grupo de Cuentacuentos.
ResponderEliminarEstuvisteis geniales, felicidades a todos por vuestra primera contada presencial.
ResponderEliminarEmhorabuena por la actuación. La disfruté mucho. Me quedé muy sorprendido con las que fuisteis autoras y narradoras a la vez!
ResponderEliminarMuchas gracias y felicidades a vosotros, intrépidos cuentacuentos, por alegrarnos, y no solo en Navidad, con historias que nos hacen soñar (y olvidarnos de que estamos en el siglo XXI)
ResponderEliminarCUENTOS PARA UN ENSUEÑO
EliminarYo pienso, y aunque no me puedo dejar llevar por esta idea fantasiosa, de que los cuentos en cuanto los abres y los lees toman vida, como si fueran seres de una evolución extraña.
He visto muchos estantes con ellos e ilusoriamente pensaba ... y si en algún momento sus personajes empezaran a asomarse, sorprendidos entre las páginas y sentados entre sus bordes se pusieran juntos a mirarnos para ver quiénes somos nosotros, los del otro lado, los que nos atrevemos a resucitarlos únicamente con meternos entre sus lineas, en sus cómodos puntos y apartes, en los cómodos salones de estar de sus entrepárrafos o en el silencio de un libro cerrado, en donde esperan ser despertados para hacer de espejos y devolvernos nuestras atrevidas miradas.
Y es que aunque seamos tan atrevidos de tomarles en nuestras manos con tanta confianza, que los abrimos y miramos para leerlos en cualquier momento y sin permiso, ellos nos podrían hacer lo mismo, meterse dentro de nosotros, asomándose sigilosamente y con disimulo desde esas mesas callejeras mirarnos con sus brazos en jarra y con la extrañeza de ver a desconocidos con inpertinentes miradas.
Desde muy pequeño me acostumbré a leerlos, como escondite al principio, después como ventanas por donde colarme a otros mundos o para salirme del mío y estar entre personajes que al cabo de poco tiempo se convertirían en seres reales en esa dimensión de nuestra imaginación, que sería capaz de hacer nacer todo lo que quisiéramos. Aunque a veces, confieso... que sigo escondiéndome entre sus rincones, pero ahora de mayor ... me ruboriza al decirlo▪︎
Alber Herrera