En la mañana de ayer, las voces del libro de Ángeles Mastretta cobraron vida en una actuación llena de emoción.
Disfrutamos compartiendo historias que hacen pensar y sentir, pero nada de eso hubiera sido posible sin el verdadero protagonista de la velada: nuestro público.
Gracias por vuestra atención, calidez e interés, que nos impulsan a seguir contando...
Cada mirada atenta y cada sonrisa cómplice nos recuerdan por qué amamos el arte de contar.
¡Hasta la próxima historia!
Para hacer comentarios haz CLIC AQUÍ.